Pasarán las noches en solitaria madrugada
guardando vacíos de monjes sin monasterio
solitarias como luna que nadie acompaña
desesperadas como pájaro que perdió su vuelo.
Perenne serán las rosadas y melancólicas lágrimas
que caerán al creer por fin en que nada es cierto
nadie podrá consolar a un ángel que perdió sus alas
ni al que pierde su alma al no reconocer lo eterno.
Guiarán mis ojos a las nostálgicas margaritas
que sin pétalos de amor vagan solas por el dolor
llorarán más los sauces que los ríos en sequías
por ser tu mi verdugo y yo tu imposible salvación.
Quién querrá ver este duelo de dos cobardes
que sintieron la felicidad demasiada para ellos
sólo el sol quisiera quemar sus dudas y rencores
y la primavera curar las heridas que provocó el fuego.
A.N.L.
15-06-06
No hay comentarios:
Publicar un comentario