Hay amores que duelen en la miseria de los bajos instintos
amores que duelen en las llagas abiertas
y amores que no son capaces de doler.
Sólo existen, perturban y esperanzan,
y provocan esa amnesia y esa oportunidad absurda
de querer resguardar lo que dura un sueño nocturno
mitad desvelo y mitad pesadilla.
a.n.l.
2010