Hay un mundo en tu mirada
En mí, dos desiertos nocturnos
En mí, dos desiertos nocturnos
Cielos color ámbar y verde oliva
Hay también sueños rotos
Incertidumbres completas
Y verdades absolutas
Ríos de insomnio que las rodean.
Hay silencios permitidos
Y gritos aprisionados.
Panales de miel fresca
Que endulzan más que mi azúcar negra.
Penas, esas pálidas penas
Que las abrazan y les dan forma.
Penas que parten del alma
Almas que se parten en pena.
AN.L.
2009
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